La miseria material conduce a la miseria moral. Pero no siempre, también la historia nos ha dado grandes estafadores de lo material y de lo moral: gente que ha robado deliberadamente la moral a otros por medio de discursos bien estructurados y mejor perpetrados para ponerla al mismo nivel que la que tiene y hacer, de este modo, la suya más presentable (aunque igual de miserable). Igualar la moral de la población es el trabajo diario de los malos políticos y los peores portavoces sin ideas ni soluciones. Y ahora nos encontramos con la doble crisis: económica (o material), e ideológica (o moral). Señoras y señores: EL ESTAFADOR, especial MISERIA MORAL.
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