Recordando a "El Charrito de Oro"

"El Charrito de Oro" quizás para muchos sea un personaje desconocido, pero en provincias por la década de los 70 la mayoría de niños jugaban a ser El Charrito de oro, pues los comics mexicanos, así cómo su cine y personajes del Catchascan habían resultado ser los mejores embajadores culturales en provincias, donde eran seguidos avídamente,, un Superman o Batman eran tomados como tipos disfrazados ridículamente,en tanto Tarzan, El Llanero solitario ,y personajes como Kaliman, Memín, Hermelinda siempre lograron identificarse mejor con la vida rural de este país de aquel entonces.
Rubén Eduardo Soto Díaz del Museo de la Caricatura y la Historieta,Joaquin Cervantes Bassoco nos regala una reseña y el recuerdo de este personaje salido de "Editorial Argumentos" en forma de fotonovela e interpretado por Manelik de la Parra hijo de lso dueños y fundadores de la editorial, doña Yolanda Vargas Dulche y don Guillermo de la Parra.

Reseña por Eduardo Soto

El Charrito de Oro, No. 8. Publicada por Editorial de la Parra S. A., el 8 de septiembre de 1972. Esta historieta, protagonizada por Manelick de la Parra, y creada por Guillermo de la Parra (su padre), narra las aventuras de un niño enmascarado, güerillo enfundado en un traje de charro amarillo oro y su caballo rayito. La historia no consigna título ni crédito, se inicia con un dialogo entre autoridades del pueblo de Santo Tomas, que están por colocar una estatua de bronce de un benefactor del pueblo, del cual al morir, no se sabe a donde fue a parar su fortuna. Mientras se inaugura la estatua, ocurre un robo de ganado, y mientras las autoridades se dan a la tarea de atender el asunto, la estatua es robada de su pedestal. Motivos para que el Charrito de Oro entre en acción, y descubra que todo fue planeado por el cacique del pueblo, para robar a la estatua que en realidad bajo el capa superficial de bronce contiene el oro del difunto. El charrito es descubierto y lo amarran y lo encierran en un calabozo. Unas ratas colaboran con la liberación del pequeño héroe royendo las lianas que lo atan, tras verter sobre ellas un tarro de miel que la providencia ha dispuesto en el calabozo. Entre balazos, golpes, y situaciones dramáticas (el charrito persiguiendo a un maleante cae a un rio que va directo a una gran cascada), el infante logra capturar a los facinerosos. Sin más se inicia otra aventura en la que unos niños son rescatados de una gran cueva obstruida por un derrumbe. Los niños se habían separado de un grupo de excursionistas. El charrito los salva después de vencer a una víbora y a un puma. El charrito les sentencia que nunca hay que desobedecer a los mayores, y al igual que el llanero solitario, se despide cabalgando en su cuaco rayito.

Esta historieta fue donada al Museo de la Caricatura y la Historieta Joaquín Cervantes Bassoco, por nuestro amigo Luis Antonio Covarrubias Bravo. Para mas información sobre esta historieta y muchas otras más escríbenos a nuestro correo electrónico.


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