Dicen que Dios, gracias a un justo que aun vive en la tierra no manda al diablo a toda la humanidad (que bien se la merece, sino revisen la noticias) bueno ese justo fue en el caso de las leyes a favor de corruptos el Tribunal Constitucional. Recuerde que la ley de arresto domiciliario donde tanto partidos, ejecutivo, congreso y poder judicial se coludieron para dar al arresto domiciliario equiparidad como si fuera arresto en carcel , permitiendo salirse por la tangente a los hermanos Wolfenson y se sabía que le seguirían al menos 100 casos más de procesados por corrupción esto significaba el terminó de la lucha anticorrupción y el reino de la impunidad. Pero el Tribunal Constitucional ya paró el legicidio y borró lo actuado dando muestras que aún hay gente que aplica la justicia igual para todos. Que bien, felicidades para ellos y todos los que queremos que la corrupción no se nos pasee por la cara.
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