Por Merissa Marr
The Wall Street Journal
Walt Disney Co. ha ganado una fortuna convirtiendo a niñas en princesas. Ahora quiere hacer lo mismo con mujeres más grandes.
En su estrategia por expandir el alcance de una de sus franquicias más populares, la Cenicienta y sus amigas de palacio se están pasando al negocio de las novias con una línea de vestidos de boda y accesorios. Disney se ha asociado con la diseñadora de alta costura Kirstie Kelly para transformar a las mujeres en sus princesas favoritas, con vestidos largos y diademas de cristal. Con un costo de entre US$1.100 y US$3.000 por vestido, las novias podrán llegar al altar con vestidos inspirados en la Cenicienta, Blancanieves, la Bella Durmiente, Jasmine y Ariel.
Según Kelly, la Cenicienta tiene un "glamour clásico". Los vestidos de su línea vienen en satín brillante con faldas amplias y generosos bordados de plata y cristales. Blancanieves tiene un estilo un poco más conservador, denominado "elegancia inocente". Los modelos de Ariel y Jasmine son considerablemente más arriesgados. Ariel, protagonista de La sirenita, tiene un "encanto sensual" y no le importa "mostrar su cuerpo". A su vez, Jasmine, la novia de Aladino, es de una "elegancia bohemia" y su línea de vestidos tiene capas y encajes. En total, en su primera temporada, Disney ofrecerá 34 diseños de vestidos de princesa.
Estos nuevos vestidos de novia, que saldrán a la venta en Estados Unidos en junio, ilustran el esfuerzo de Disney por conquistar a consumidoras de más edad. La fecha de lanzamiento en Latinoamérica no se ha determinado, dijo un vocero de la empresa.
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