El historietista Ariel Olivetti dibujante exclusivo de Marvel Cómics en plena Limacom rodeado de fans disfrazados como personajes de la Casa de las Maravillas |
“Trabajaba para una editora en Buenos Aires que quebró dejando a cientos sin trabajo”, nos cuenta. "En eso se me ocurrió mirar hacia Estados Unidos”, afirma el dibujante, quien llegó al estrellato y cuyo primer encargo, en 1993, fue una historieta de 45 páginas, La Última Aventura de Los Vengadores, un relato sobre el legendario equipo liderado por el Capitán América.
Su trabajo también llamó la atención de DC Comics, clásico rival de Marvel y hogar de Superman, Batman, la Mujer Maravilla y muchos personajes más. Los encargos no cesaban y el argentino y su equipo llegaron incluso a elaborar hasta tres historietas mensuales.
En la actualidad, Olivetti trabaja en exclusividad para Marvel y su trazo ha delineado a íconos de la talla de Hulk, su hijo Skaar y el controvertido Punisher (El Castigador). Su experiencia fue compartida con los integrantes del taller de coloreado digital que hizo el jueves en el Instituto Toulouse Lautrec, en el cual se encuentra para participar del Festival Lima Comics 2011, en el centro de Convenciones del hotel María Angola, cuyos días centrales son este fin de semana.
El verdadero director
Si bien Olivetti dice ser consciente del importante papel que juega el guionista y sus ideas en la elaboración de un comic, también afirma, orgulloso, que el dibujante es quien finalmente dirige la forma en que la historia se contará.
“El guionista es el que decide qué va a pasar con cada personaje, pero quien decide cómo pasará eso que él quiere, es el dibujante. Él también determina cómo es que se contará lo que hará el personaje y también dónde y cómo se va a iluminar la escena."
“Es como lo que hace un director de cine”, puntualiza.
Prudente distancia
Al trabajar para Marvel, Ariel Olivetti dejó atrás el estilo que venía desarrollando en su ciudad natal. “Lo que yo hacía allí era un comic grotesco, humorístico y escatológico, que nada tenía que ver con la narrativa estadounidense, ni con su temática y estética”.
La época en la que se asentó en los predios de la gigantesca editorial fue justo aquella en la que el género, en su vertiente superheroica, empezaba a tener nuevos bríos luego de una etapa de agotamiento creativo.
“Desde el principio traté de introducir lo que había leído hasta ese momento, que era el comic europeo. Intenté aplicar esa narrativa y esa gráfica a los guiones estadounidenses”.
Al preguntarle si el dibujante también tiene que estar tan inmerso en ellos como sus fanáticos lectores. “No, para nada”, responde Olivetti. “No tengo la más mínima idea de lo que les pasa a los superhéroes”, añade.
Contra lo que podría esperarse, el dibujante afirma estar desvinculado de las tramas y cambios que experimentan personajes como Iron Man. El Hombre Araña o los Hombres X; mencionados aquí por lo conflictivas y complejas que resultan sus “vidas”.
“Si aparte de dibujar durante diez horas al día tengo que estar leyendo a los superhéroes, no se qué haría”, nos dice. Andina.
CronicaViva.com