Siempre fui fiel seguidor del trabajo de Juan Acevedo (Lima 1949), en mi altar de próceres de la Historieta Peruana está quizás de más decir que Juan ocupa un lugar muy especial. Con su trabajo aprendí que la Historieta no tan solo se trataba de Supeman y Batman sino que había modo de hablar de cosas mas cercanas, con ingenio, y humor. En Monos y Monadas, revista política que yo compraba y escondía religiosamente de ojos adultos cuando estaba aun en el colegio, mi educación tanto social, como humorística se extendieron en las páginas de Orateman, Pato Lógico, Love Story y Pobre Diablo. Juan salió de Monos y yo lo seguí a la revista "Sí" ahí mi educación gráfica y sentimental se completaron con muchas historietas que eran de una introspección tremenda. Estas dos páginas que forman parte de unos recuerdos del futuro inmediato es todo un análisis dialéctico de la educación y las relaciones en la sociedad; poder, familia y el Estado. En estas historias Juan se proyectaba a un mundo futuro donde son los niños los apoderados de los adultos, este cambió de roles y relaciones de poder puede tranquilamente ser tomado para generaciones futuras como un análisis sociológico de nuestro país, algo que muchos libros tardan cien o el doscientas paginas en explicar , el genio y arte de Juan le toma tan solo dos carillas en blanco y negro.
Pero hay una historietas a la cual guardo mucho cariño y puedo decir que la tengo presente cuando trabajo alguna tira mia, El Cuy por supuesto, sobre todo el iniciático cuando aun Humberto tenia fisonomía humana y entraba en un contrapunto verbal con el Cuy , de lo mas alto que recuerde en el humor nacional, fue esas tiras las que me convencieron que quería dedicarme historieta pero con humor, el tiempo y la suerte me convirtieron en colega y amigo de Juan del que me aprovecho en este momento para pedirle estas paginas suyas y ponerlas en el blog, mientras y en tanto Juan termine también colocando su blog propio podrán disfrutar de algunas páginas de Pobre Diablo aquí en LaNuez.
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