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lunes, 27 de julio de 2009
A la tercera va la vencida
En Este articulo de nuestro celebrado y estimado Heduardo, demuestra que efectivamente es un periodista que dibuja.
A la tercera va la vencida
Por Heduardo
Cada vez que llega la hora de los balances (mensuales, de medio año, anuales, de mitad de periodo o finales), me hago la misma pregunta: ¿Por qué este señor, que es el mejor comunicador que existe en el país, se comunica tan mal con la población y la prensa?
Creo tener la respuesta. Este señor que se comunica tan mal con nosotros, y que ahora nos gobierna, no es el mismo que se comunica tan bien con nosotros cuando necesita ser elegido para gobernarnos. Existen, pues, dos Alan García.
El Alan García candidato: simpático y bromista con la prensa, coquetón y bailarín con las señitos, criollo y chelero con los tíos y hasta reguetonero con la chibolada en edad de votar. Siempre dispuesto a visitar los sets de televisión y siempre ingenioso y divertido a la hora de responder preguntas incómodas. En suma, el perfecto seductor.
El Alan García Presidente: deja automáticamente de lado las virtudes del candidato para convertirse en ese pavo real de gesto adusto, siempre malhumorado, que se desplaza por su alfombra roja exigiendo con la mirada altanera y el paso arrogante que las señitos, los tíos, la prensa y hasta los chibolos bloggeros le rindan pleitesía.
La pregunta no solo se cae de madura; también se revienta de podrida: ¿Por qué Alan García siempre termina convirtiéndose en el peor enemigo de Alan García?
Los peruanos no esperamos que nuestros presidentes sean buenos presidentes. Ni siquiera aspiramos a que sean honrados. La mejor prueba es Fujimori, que se pasó sus dos corruptos periodos bailando techno-cumbia con nosotros y por eso fue tres veces elegido. Todo lo que queremos los peruanos, como diría Miki Gonzales, es un poquito de cariño. Es decir, comunicación.
Lo peor de todo es que el mejor Alan García es perfectamente consciente de esto pero no puede evitar ser el peor Alan García. Tarea para los psicoanalistas. No nos queda más remedio, pues, que esperar hasta su tercera campaña electoral para volver a tener entre nosotros al mejor comunicador que existe en el país. Al menos mientras dure dicha campaña electoral.
LaNuez
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