Caricatura y Politica (quinta parte)

Por Humberto Costa A.
En 1963, Belaunde llegó finalmente al gobierno, con la vehemencia del candidato que durante años había clamado por urgentes reformas estatales. Pero desde el primer tropezó con la falta de mayoría parlamentaria, debido a que la coalición APRA-UNO dominaba El Congreso.
El 28 de julio, en impresionante ceremonia, anunció entre ovaciones que se daba un plazo de noventa días para enviar al Congreso la solución al antiguo problema de la Brea y Pariñas. El 28 de octubre, fue enviado un proyecto de ley al Congreso, declarando viciados al laudo arbitral de 1922 y sus convenios, por tanto, la IPC debería pagar adeudos y adecuarse a un nuevo régimen legal. El diario El Comercio, anunció la noticia con sus mayores y más jubilosas letras.
Ese mismo año el parlamento aprobó la Ley14696, declarando nulos “ipso jure”- de pleno derecho- los denominados acuerdos, convenio y laudo arbitral, que había venido violando por años las leyes peruanas.

La IPC era subsidiaria de la Standard Oil de New Jersey, la primera compañía petrolera en el mundo. En el campo de la producción, la IPC controlaba el 64% del petróleo peruano, teniendo el 95% de la producción de crudos. Los intereses de este gigante estaban también en otros setenta países, y era seguro que mantenía influencias en la administración del gobierno norteamericano de turno.

En 1960, el poderoso grupo económico peruano de la familia Prado(“El imperio”), construyó al sur de Lima la refinería Conchán, con capacidad para refinar 6,000 barriles diarios, lo que significaría el 10% del total nacional. La IPC vio entonces a un peligroso competidor potencial, por lo que usó todas sus influencias para crearles dificultades financieras. En la práctica, el grupo nacional empezó a tambalearse, a pesar de que Manuel Prado, el Presidente de la República era uno de sus miembros (véase la caricatura de Prado y su sobrino Mariano, jefe del grupo). Para sobrevivir fueron obligados a asociarse con Chevron, satélite de la Standard Oil de California, y de esa forma terminaron a órdenes de la IPC.

El flanco más vulnerable del gobierno del arquitecto Belaunde fue el referido a aspectos económicos y monetarios. Durante su gobierno se abandonó la política austera impuesta por Beltrán durante el gobierno de Prado. El presupuesto de 1963 fue de once mil millones; pero el de 1968, el último de su régimen, fue de cuarenta mil millones. El costo de vida había subido en un cincuenta por ciento. En 1967, Belaunde espera a que se agoten las reservas del Banco Central antes de proceder a la devaluación. “Devaluar es traición a la patria”,expresa, pero una semana después esta ocurre inevitablemente, el primero de setiembre. El dólar sube de 26.80 a 38.70 soles, y con ello viene el descontento popular.

La Ley 14696 es ignorada por la IPC, y recién en 1967, Belaunde promulga la Ley 16674, estableciendo que los Yacimientos de La Brea y Pariñas sean inscritos como propiedad del Estado, autorizando al Poder Ejecutivo a establecer el régimen más conveniente de operación, “con potestad de expropiar lo que se crea conveniente”.
Durante los últimos cuatro años, aquel espinoso problema se había dilatado demasiado, la IPC continuaba operando ilegalmente, pero Belaunde tenía ahora todas las armas para llegar a una solución final. El último capítulo de una nueva versión de David contra Goliat se había iniciado, y también el fin del Régimen Constitucional 1963-1969.

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Relación de caricaturas y fotos, en orden de aparición.
1-Fotografía de Belaunde en su primer mensaje al Congreso ( Revista Oiga, 1963)
2-Caricatura del gerente de la IPC, Fernando Espinosa y de Belaunde, el flamante presidente de 1963, hecha por el autor de esta nota, al estilo de Fairlie, es decir, en un taxi.
3-Caricatura de Osorio, donde aparecen el Presidente Manuel Prado y su sobrino Mariano. (Revista Rochabus, número tres
4-Caricatura de Fairlie en la página editorial de La Prensa: como consecuencia a la escasez un comerciante dice que si hay azúcar , pero a un precio altísimo.
5-Caricatura de Belaunde, el candidato, batiéndose a duelo con el diputado Watson, en 1957. Osorio recordó con ironía el acontecimiento (Revista Rochabus).