viernes, 4 de noviembre de 2005

Política y caricatura(segunda parte)

La Página Once (Segunda parte)
Por: Humberto Costa


Con el gobierno de Manuel Prado retorna la democracia, y su figura presidencial prontamente es objeto de incontables caricaturas por el semanario Rochabús, de Guido Monteverde. Dibujan como caricaturistas Julio Fairlie (Nevada), Guillermo Osorio, Farnández Vela (Velita), Pablo Marcos, y Víctor Marcos. En 1959 Prado nombra a Pedro Beltrán, su principal opositor en materia económica, como Ministro de Economía y Premier. Beltrán habla al país: “El gobierno realizará los ajustes para ordenar la economía y estabilizar la moneda con impuestos y austeridad. El diario El Comercio acusa a Beltrán de favorecer los intereses norteamericanos representados por la Internacional Petroleun Company (IPC).

Mientras tanto, la población peruana crece (principalmente en los estratos mas pobres), siempre a un ritmo mayor que la economía. Lima es invadida. Miles de provincianos, sin trabajo ni vivienda llegan desde la sierra, a tal punto, que un diputado propone que los migrantes tengan un limitante “carnet” de ingreso, a fin de controlar el fenómeno. El proyecto es rechazado. Realmente la migración y las invasiones de tierras se habían iniciado con el gobierno anterior.

La televisión comercial arranca con fuerza a fines de 1958, iniciándose el fin de los días de radio. Figuras como Kiko Ledgard, Pablo de Madelengoitia y Humberto Martínez Morosini, se popularizan rápidamente gracias a la pequeña pantalla. El gabinete Beltrán es objeto de burlas por el notable humorista Sofocleto en el semanario “Don Sofo”, sobresaliendo los trazos de Osorio y “Velita”. Prado es presentado como un personaje de mala suerte, parecido a “Fulmine”. Osorio es el más agudo caricaturista político en la segunda mitad de los cincuenta y de la siguiente década. Varios artistas cuyo fuerte no es precisamente la caricatura, esperan que Osorio haga el primer trazo de un político, para imitarlo.

De pronto un diputado, Alfonso Benavides Correa, convulsiona al país desempolvando “el problema de La Brea y Pariñas”. Invocando una ley expedida por Simón Bolivar, la IPC, sucesora de la London Pacific, continuaba explotando los yacimientos petroleros de “La Brea y Pariñas”. En 1921, el gobierno de Leguía había sometido la antigua disputa a un arbitraje internacional, por el cual se acordó mediante un laudo, dar a dicha compañía la concesión para explotar la producción de petróleo en dichos yacimientos por los siguientes cincuenta años, liberándola de pagar el canon de producción. El laudo no fue ratificado por el Congreso. Sin embargo, mentes notables como la de Raúl Porras, sostenían que los laudos no necesitaban ser ratificados.

Benavides Correa argumenta brillantemente: “Nadie puede usurpar el derecho de un estado a explotar la riqueza de su subsuelo. El llamado Laudo de 1922 es jurídicamente nulo, por tanto la IPC debe ser expulsada de inmediato y pagar cuantiosos adeudos”. El problema es una “papa caliente”. La solución final es un asunto complejo, y deberá ser resuelta por el siguiente gobierno.
En 1962 se realizan nuevas elecciones. Ninguno de los tres principales candidatos-Haya, Belaunde y Odría-superan el tercio exigido por la Constitución de 1933, por tanto, es El Congreso quien debe elegir al nuevo mandatario. Haya es vetado por el ejército. Belaunde levanta barricadas en Arequipa ante la inminente elección de Odría, antiguo enemigo y reciente aliado del Partido Aprista. En la madrugada del 18 de julio, diez días antes de concluir su mandato, Prado es derrocado por los mandos castrenses, y las elecciones son anuladas, con lo cual, según Martín Adán, “volvíamos a la normalidad”.

Leyendas de fotos y caricaturas
1.-Carátula de Don Sofo: Beltrán acepta el premierato, “con el dólar de su corazón” (Guillermo Osorio).
2.-Jugada maestra: Prado nombra premier a Beltrán, su principal crítico (Foto: Caretas).
3.-Algunas revistas de la época y sus principales lectores (Don Sofo, Guillermo Osorio)
4.-Las manifestaciones contra Beltran: un montón de contusos ( Don Sofo., Velita)
5.-Historieta de la rutina de un guardia de asalto (Don Sofo, G.Osorio)



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