El congresista Menchola se siente aludido por una caricatura del Otorongo.
Vía carta notarial dice que no tiene dudas de que el caricato que aparece en el número 188 del Ororongo dibujado por el colega Víctor Pereira se trata de su persona.
¿Y por qué no le cabe ninguna duda que se trata de su persona?
¿Quizás porque el congresista, gusta de hacer deportes a pesar de que la actividad lo agota hasta hacerlo sacar la lengua?.
¿Quizás porque efectivamente la proporción de su cabeza en relación de su cuerpo es de cinco cabezas de altura?
¿Quizás, porque efectivamente le recuerda en algo haber llevado a su señorita enamorada como asistente al hemicirco?
Si el congresista , tan afecto a mencionar la ley para amedentrar , se tomara un tiempo sabría que una carictaura no entra dentro del animus injuriandi, sino dentro del animus jocandi, para que este dibujo o escrito sea una injuria tendría que aludir a un hecho falso que dañe su honor o reputación, asumiendo que UNA CARICATURA fuera efectivamente un personaje real, cómo podría dañar el honor del congresista verlo correr detrás de un chica, lo que realmente daño su reputación señor congresista fue aprovechar de su cargo y posición para poner beneficiar a una señorita y a su familia con la cual tenía al parecer mas de un vinculo amical por lo cual fue suspendido por el congreso 120 días. Por lo que podíamos decir que el humorista incluso se paso de leve con usted.
Entendemos que usted señor congresista tendrá cosa mas importantes que hacer, dentro de las comisiones y las altas obligaciones que su cargo debe ameritar, en vez de estar organizando su peculiar y desorientada cacería de brujas personal.
Nuestra solidaridad con nuestro colega Víctor Pereira.
¿Para rectificarse, el dibujante debería poner en portada al congresista vestido de Sanmartincito repartiendo comida a los desposeídos?
Otorongo quiere comerse al Otorongo.
LaNuez
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