“Assassin’s Creed” es una nueva propuesta cinematográfica que combina elementos históricos reales con fantasía de una forma muy aguda.
Este largometraje se desarrolla alrededor de dos órdenes reales con filosofías diametralmente opuestas: los Asesinos y los Caballeros Templarios.
Los Asesinos provienen de los Hashashins de Nizari Islam, y son descritos como un orden secreta que, a lo largo de 300 años, mató a cientos de objetivos importantes, y, de hecho, la palabra “asesino” proviene de este grupo. El precepto fundamental es que trabajan en la sombra para servir a la luz, y su principal interés es proteger el libre albedrío.
Mientras que los Caballeros Templarios, por el contrario, fueron una orden cristiana establecida hace casi dos siglos durante la Edad Media. Los miembros de los Templarios incluyeron a algunas de las figuras más importantes y temidas de la época, y el grupo contó con un gran poder hasta su disolución en 1312. Los Templarios están interesados en el control, en hacer la vida predecible y eliminar la casualidad.
En la cinta, la fantasía se expresa en que ninguno de ambos grupos desapareció en su totalidad, si no que libraron una guerra durante siglos.
Son los elementos históricos los que forzaron al equipo de producción de la película a prestar atención meticulosa a los detalles y a llevar a cabo un trabajo exhaustivo de investigación para lograr que el vestuario, armas, estilos de pelea y locaciones (España del siglo XV) sean coherentes históricamente.
