Lo previsible, llegó con su batea y harta lejía, declaró lo que quiso y le interesaba, que su vladihermano Fujimori es inocente, exhibió sus conocimiento de latinajos jurídicos con su "lapsus calamis" y su "colombroños" (para designar a lo que comparten apellido sin ser parientes), pero luego decidió no seguir testificando mas, pues su tarea ya estaba cumplida. Fuji le hacia guiñitos y el lo miraba como diciendo "no te preocupes chino" a lo Martín Rivas. Arrogante, memorioso cuando le convenía y metió un par de acusaciones contra los fiscales y contó que el Vicepresidente San Román cortaba los embutidos para prepararle el desayuno al Fujirata, la estrategia es simple la descalificación de los adversarios, algo que el ingeniero y el capitán practicaron con bastante frecuencia durante su dictadura.
LaNuez
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