La postulación de ex presidente y ahora vergonzante líder traidor de su propia causa no hace sino reafirmar lo que siempre fue Fujimori, un cobarde que prefiere huir antes que dar la cara ante las situaciones, lo hizo en el pasado cuando corrió a esconderse a la casa del embajador de Japón cuando abortó el levantamiento del General Salinas Sedó, lo volvió a repetir cuando renunció por Fax a la presidencia ante la evidencia de la corrupción en su gobierno y lo repite ahora cuando anuncia que postulara a ser congresista en el japón.
Mención aparte merece el "mapache Gordo" que funge de escudero tratando de explicar lo inexplicable con argumentos delirantes como que "es un honor que el imperio japones invitara a postular a un ex presidente peruano a ser senador", en fin este es un país de cuentos, de "cuentos chinos" donde efectivamente "verás a los chanchos volar".
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