SECRETOS DE "EL DIVINO"
• Cien dibujos del maestro florentino son exhibidos en el Museo Británico.
• Los bocetos muestran su obsesión por los dibujos.
• Los bocetos se exhiben juntos por primera vez desde 1564.
Pedro Alonso. EFE.
El motor de la fuerza creadora de Miguel Ángel (1475-1564) fue su obsesión casi enfermiza por el dibujo, según una exposición única de bocetos del artista presentada recientemente por el Museo Británico de Londres.
La fijación sin límites de "El Divino"–apodo que recibía el maestro– con la perfección de la línea queda patente en un consejo que le da a un pupilo poco aplicado cuando le dice: "Dibuja, Antonio. Dibuja, Antonio. Dibuja y no pierdas el tiempo".
La exposición titulada Los dibujos de Miguel Ángel: Más cerca del maestro, reúne casi cien dibujos que el British Museum ha logrado recopilar y que no se habían reunido desde 1564.
Dispuesta en orden cronológico, la retrospectiva enseña exhaustivos dibujos preparatorios de pinturas y esculturas de Miguel Ángel, quien hace, deshace, toca y retoca con insólita minuciosidad las cabezas, manos, hombros, rodillas y pies de sus figuras humanas.
Al comienzo de su trayectoria profesional, el joven Miguel Ángel dibuja en papel con lápiz y tinta, y más tarde utiliza la sanguina en los bosquejos para los famosos frescos de la Capilla Sixtina, en los que reproduce otra de sus obsesiones: el desnudo masculino.
Según Hugo Chapman, comisario de la muestra, las crucifixiones reflejan "la turbulenta meditación del artista en la proximidad de su propia muerte". Poco antes de morir a la edad de 89 años, Miguel Ángel, todavía seguía dibujando de pie, descalzo y con suma concentración.
Aparecido en La República
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