Estudios realizados en el Reino Unido y difundido por la BBC de Londres acusa a los dibujos animados de incidir negativamente en los hábitos alimentarios de los menores. Entre ellos, el principal sindicado en este alimenticio es Homero Simpson por sus pésimos habito no solamente por atragantarse de donas sino con cuanta comida "chatarra" encuentre por el camino. El estudio considera que esto ejerce un perniciosa influencia incluso cuando la familia sale a comer fuera de casa pues son los niños quien muchas veces bajo el influjo del marketing que les ofrece sub productos (muñecos coleccionables)deciden el menú familiar. El aumento de enfermedades como la obesidad, problemas gastrointestinales y males cardiacos dan un llamado de alerta sobre esta perniciosa influencia. Ante esto muchos recuerdan la figura del marinero tuerto Popeye y su sana costumbre de consumir espinacas para obtener fortaleza sino fuera porque aparte de las espinacas o Popeye le gustaba mucho el tabaco en pipa que por mas planta que sea inhalada perjudica seriamente la salud del consumidor.
Fuente: Jornal de noticias
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